Tres reglas para descubrir como hacer una lluvia de ideas, tú solo o con otros, para que nazcan ideas sólidas para la innovación.
La fórmula de la innovación es sencilla: debes de tener una necesidad de mercado, un producto que llene la necesidad, y comunicación que las una a las dos.
Las siguientes tres reglas representan la sabiduría que hemos obtenido (usualmente por la mala) gracias a décadas de experiencia. Esto es lo que se debe de tener en mente cuando te preparas para desarrollar insights.
Regla 1: Sé "Agnóstico del Insight"
Esta es difícil para los que se rigen por el hemisferio izquierdo del cerebro. Han crecido con números, aman los datos, las matemáticas, estadísticas, lo medible, las gráficas. Sienten una gran emoción cada vez que su jefe les dice “Pruébalo”. Porque entonces sólo se trata de medir la oportunidad, cuantificar el insight, modelar el retorno, etc.
Pero como en todo, hay un momento para cada cosa y así hay un momento correcto y un momento incorrecto para este nivel de cuantificación. La etapa temprana del desarrollo del insight es el momento incorrecto. Es cierto que los insights pueden venir de donde sea: una conversación casual con los amigos, un artículo que leíste, una cita de la competencia u observando la interacción con tus consumidores, o también, una gran cantidad de datos da varios años consecutivos estadísticamente confiables, de consumidores y prospectos. Así que se un poco agnóstico y deja que las fuentes de los insights sean vastas y amplias. Esto no quiere decir que cada insight que salga sea válido pero más adelante se llegará al punto donde tienes que medir el peso y lo válido que es cada insight.
Regla 2: Recuerda que un insight fuerte genera docenas de ideas.
Para saber si un insight tiene potencial, dilo en voz alta y si empieza a generar docenas o miles de ideas en unos minutos, entonces vas en el camino correcto.
Regla 3: Que tus pensamientos se encuentren en un orden emocional mayor.
Tu búsqueda de insights debe de ir más allá de lo racional. Cuando sea posible, debe de tener un componente emocional también. Es mejor ilustrar este punto con un ejemplo: Si tuvieras que hablarle a la gente sobre su salud, podrías decir: “Necesito hacer ejercicio para bajar un poco de peso, pero no tengo tiempo para ir al gimnasio”.
Eso suena como un insight, pero parece que no tiene una parte emocional. Y decimos que parece porque podríamos ir más al fondo, preguntando más.
Por ejemplo: ¿por qué quiero bajar de peso? Para tener un poco más de energía; ¿Para qué quiero más energía? Quiero estar activo para poder vivir un poco más; ¿Por qué es eso importante? Porque tengo dos hijos pequeños y los quiero ver crecer, cumplir sus sueños y vivir vidas plenas y felices. Ellos son mi razón de ser.
En una simple conversación se pasó de “bajar de peso” a “mis hijos son mi razón de ser”. Sólo con unas preguntas más nos llevó a un orden más emocional y la necesidad se fortaleció.
Se debe de recordar que un insight (para propósitos de innovación) debe contener una verdad del consumidor tan rica y penetrante que genere ideas significativas que puedan ayudar a construir tu negocio. Finalmente, un insight busca hacer la vida de alguien más simple, más conveniente, más económica y que valga más la pena.
Si se siguen estas tres reglas, se tendrá una sólida oportunidad de lograrlo.
Fuente: http://www.businessweek.com/managing/content/jun2010/ca20100628_722227.htm
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