En Advertising Age, leíamos hace poco: "Ignore the consumer: Companies spend billions on market research to divine the needs and wants of consumers and businesses. Yet the new-product failure rate remains high. And we’re not coming up with better product concepts by listening to the voice of the customer. Innovation can spring from any part of the company-customer community, but ONLY if the support and encouragement for this environment exists at every level of the business.... When involving customers, be sure to think about inspiration and not reliance."
Muchas veces pensamos de manera lineal sin darnos cuenta que estamos haciendo innovación lineal. Como decía Einstein, la locura es hacer las cosas de la misma manera y esperar resultados diferentes.
El proceso de innovación de producto y de ideas se alimenta vorazmente de la relación bidireccional y viva entre las marcas y sus consumidores, consumidores de la competencia o no consumidores de la categoría, entre otros. Y no se trata sólo de investigar, es mantaner la puerta abierta y los oidos atentos.
Jennifer Rice de Brand Shift nos lo dice también: Brands that aren't in touch with their customers miss out on small but critical innovation opportunities. Brands that seek customer insight only along predetermined lines of thinking (like taste tests) can easily miss out on the real opportunities.
¿Tenemos un proceso de Innovación sistemático? Bien!
Ahora, es tiempo de pensar cómo lo llevamos a cabo: ¿es abierto, permite disenso, contraste, riesgo calculado, busca ideas realmente distintas y no repeticiones de ideas anteriores, es multi-disciplinar, democrático y al mismo tiempo dirigido?
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